En nuestra clase jugamos al Bingo. Lo utilizamos como instrumento didáctico para que ellos, escuchen y aprendan los números. Además fomentamos valores como la paciencia, la atención,...
Por otro lado, inconscientemente, se incorporan y promueve la actividad grupal, la amistad y el compañerismo dentro de un marco de respeto y solidaridad.
Durante el juego, es necesario mantener el silencio para poder escuchar los datos cantados y a su vez, para respetar el derecho de los compañeros a escuchar lo que se dice. De esta manera, los niños aprenden que hay momentos en los que deben mantenerse callados, aprendiendo a manejar los períodos de silencio con los que no lo requieren. En estos últimos, se fomenta la socialización con su grupo y aprenden a relacionarse con los demás. Todas estas acciones permiten promover en los niños y adolescentes la paciencia y la escucha. Deben saber que es necesario callar para escuchar. Que si ellos hablan no sólo ellos, sino también sus amigos y compañeros no escucharán ni respetarán a aquel que se encarga de cantar los datos.
Todo esto, fomenta un clima de orden y obediencia necesario para la educación e integración de los niños y para el trabajo de las maestras. Y, a su vez, los chicos aprenden que en este juego intelectual y de azar, nunca se sabe a priori el resultado final y que, en caso de no ser los ganadores, deben sentirse igualmente contentos de haber participado y felices por su compañero que ha sido premiado.
El desarrollo de la creatividad es latente
Por último se puede decir que los chicos pueden desarrollar fácilmente su creatividad, ya que sus profesoras les pueden permitir diseñar y construir sus propios cartones, con esbozos únicos, dando así una personalización bastante atrayente.
http://tensena.blogspot.com.es/p/bingo-como-herramienta-pedagogica.html
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